Esta dieta consiste en comer únicamente alimentos que puedan pincharse con el tenedor. Para el desayuno y la comida, es imprescindible no cambiar los hábitos alimenticios; y para cenar, tienes que tener claro lo que no puedes consumir: Los alimentos que se pueden comer con las manos (galletas saladas, snacks, pan, patatas fritas o chocolate). Los alimentos que se comen con la cuchara (¡Adiós sopas, yogures y guisos!). Cualquier alimento que se corte con un cuchillo (nada de carne) Eliminar cualquiera de los alimentos que se untan con el cuchillo o se comen con la cuchara: quesos, sandwiches, pizzas, fruta, pasteles, crepes, helados y salsas. Ventajas: Ahorrarás en cubiertos y vajilla, así como en agua... ¡Un pequeño paso para el planeta! Incovenientes: Si eres una fanática de la comida que se ingiere con cuchara, tendrás que acostumbrarte rápidamente a depender de su primo hermano, el tenedor. Como podéis comprobar, inevitablemente, ¡todo está prohibido! Por ello consideramos que una dieta en la que no tienen cabida los alimentos que más nutrientes aportan, ¡no tiene sentido!
Según los creadores de esta dieta, cada grupo sanguíneo tiene asignados una serie de alimentos que se pueden
consumir más que otros y otros que directamente están prohibidos.
Acorde con este pensamiento, si eres A+, no debes comer las mismas cosas que cualquiera que sea del grupo
sanguíneo 0. Te lo explicamos de manera esquematizada:
Grupo A: Debes hacer especial hincapié en las frutas y las legumbres.
Grupo B: Toleran a la perfección la lactosa y el resto de alimentos. ¡Disfruta!
Grupo AB: ¡Eres una crack! Puedes comer de todo y sin privarte lo más mínimo.
Grupo 0: La carne roja es especialmente saludable.
Consiste en invertir el orden de la comida diaria, de manera que has de tomar la cena cuando hagas el desayuno y éste pasará a ser la última comida del día. Tricia Cunningham, la creadora de esta dieta afirma haber perdido 90 kilos en 5 años con la ayuda de ese régimen.
Debes ajustar tu alimentación a cada fase de la luna, pues el cuerpo funciona de forma diferente si es luna
creciente o luna menguante.
La dieta de la luna llena recomienda alternar el ayuno con el consumo de alimentos ricos en líquidos...
siguiendo la fase de la Luna. En los días en que la luna cambia a cuarto menguante y cuarto creciente, lo que se
realiza es un semi ayuno de 26 horas, donde a los líquidos puedes sumarle otros alimentos.
Los creadores de este régimen aseguran que puedes perder 3 kilos en un día. Según la gente que lo ha probado, el
efecto adelgazante de esta dieta no viene determinado tan solo por el día de ayuno semanal, sino porque potencia
notablemente los efectos desintoxicantes del ayuno, incrementando de forma decisiva la pérdida de peso al no
comer durante esas 26 horas.
Durante dos meses y medio, comerás solamente pomelo en todas las comidas. Además, será necesario hidratarse, por
lo que el agua se convertirá en un elemento esencial.